Newbridge, en el condado de Kildare.
Pues allí, si va bien la cosa, voy a pasar el próximo año de mi vida. Me cubren casa y comida y me pagan 100 euros cada viernes por cuidar de dos críos de 9 y 11 años amantes de los libros y los videojuegos y las bicis. Por la entrevista en Skype donde conocí a los niños Ryan (11) me enseñó su libro de zombis, y fui yo y le enseñé uno más gordo. Además la madre me instó a que les enseñara la estantería a mi espalda, y tras decirle que tenía dos mas como esa (llenas), me giré y les dejé ver. Sus gritos de respeto me llegaron a la patata.
La madre trabaja mucho mucho pero luego al terminar las rondas tiene tres o cuatro días libres que serán míos para viajar por ahí a mi aire. También me voy a apuntar a inglés para sacarme el c1 o el c2 (o ambos, que un año da para mucho) y ya he contactado con la academia que me recomendó Mary (la madre), que por haberme hecho amiga en Facebook me descuentan un 5% que no es mucho pero es menos que pagar sin rebaja ;)
Y aparte, como a los tres les encanta ir en bici, pues me llevo la mía. Mary dijo que podía usar la suya, pero que en el caso de que ella estuviera y se fueran todos de excursión, a ver qué hacía si no tenía dónde ir, y yo la verdad prefiero coger la mía y si la tengo que destrozar pues la destrozo, que para eso es mía. Me daría cosilla que le pasara algo a una que no es mía.
Y sin más que contar. Tengo que terminar un trabajo de Literatura española a partir del 39 y prepararme Dialectología y Literatura VI (esta última no me preocupa mucho). Y con eso ya termino una tanda de exámenes y hasta septiembre ya no más.
Compré ayer el billete de avión y se me ha quedado la cuenta del banco tiritando... Eso me pone triste.
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miércoles, junio 25, 2014
jueves, mayo 01, 2014
The Childcatcher
Llevo meses sin escribir. Muchos meses sin tocar un teclado para algo
que no sea escribir mails, rolear, o hacer el gamba. No he escrito. Casi
no he hablado con nadie. He querido hacerlo, pero ¿para qué? ¿Qué
sentido tiene esto? Hay veces en que yo casi ni se lo veo.
A veces hay cosas que entierras dentro de ti, tan dentro que no las recuerdas. Detalles, texturas, sensaciones. Cosas que a veces reflotan con un toque o unas palabras, o una sonrisa.
Hay veces en que no sé hasta dónde llegan esos recuerdos. A veces tengo dudas de habérmelo inventado. A veces creo que estoy un poco loca, que son imaginaciones mías y que siempre he sido una fantasiosa algo macabra.
Luego de repente, años y años más tarde, te viene a la mente un par de cosas, y te joden la existencia.
Cómo me mola... (no).
Ojalá fuera de otra forma, una yo diferente, que les gustara más a los demás. Alguien más sociable, más interesante. Pero sólo soy una "nerd" que se pasa el día leyendo fanfics y cantando chorradas y con nada útil en el cerebro que a veces prefiere ese rincón apartado de la sociedad porque le da miedo encarar el mundo real.
A veces hay cosas que entierras dentro de ti, tan dentro que no las recuerdas. Detalles, texturas, sensaciones. Cosas que a veces reflotan con un toque o unas palabras, o una sonrisa.
Hay veces en que no sé hasta dónde llegan esos recuerdos. A veces tengo dudas de habérmelo inventado. A veces creo que estoy un poco loca, que son imaginaciones mías y que siempre he sido una fantasiosa algo macabra.
Luego de repente, años y años más tarde, te viene a la mente un par de cosas, y te joden la existencia.
Cómo me mola... (no).
Ojalá fuera de otra forma, una yo diferente, que les gustara más a los demás. Alguien más sociable, más interesante. Pero sólo soy una "nerd" que se pasa el día leyendo fanfics y cantando chorradas y con nada útil en el cerebro que a veces prefiere ese rincón apartado de la sociedad porque le da miedo encarar el mundo real.
Por tema:
diario de una guiri,
mi vida,
soy una reina del drama,
when Im down
martes, junio 11, 2013
Granada, tierra soñada
estoy que no levanto cabeza. Que no, que no. Que yo iba a quedarme en Córdoba este verano, y de repente todo cambia y para mal, y a mí me da la ansiedad.
Que por otra parte estoy envuelta en un ambiente de problemas familiares y de rupturas, y es todo un poco pesimista.
Y que por si no fuera poco, el jueves pasado me dio por mirar mi expediente ená la UGR. Y me encuentro con asignaturas del primer cuatrimestre con "No Presentado". Llamé a secretaría y me dicen que no consta que esté de SICUE... Pues nada, ahí te mueras. Pásate un año yendo a otras clases, haciendo trabajos (Lorca, ugh) y estudiando materia insulsa, para que de repente tengas que presentarte a otras asignaturas insulsas a las que no has ido.
Ponte a acomodar horarios y a hablar con profesores para que te ajusten las fechas de exámenes porque no estás viviendo allí y porque también curras, y ponte a llamar a gente para que te aloje.
Y nada, esa es mi vida.
En la vida personal... aparte de la muy personal, puedo decir que estoy fatal de ánimos. Mi abuelo sigue con la quimio. .Mi abuelo, mi abuelito que siempre ha estado gordete, se está quedando hecho un palillo. Pero claro, con quimio puede vivirnos un año, sin quimio... pues se habría muerto este mes. Pero verlo desvanecerse ante mis ojos es una tortura y me destroza.
lunes, febrero 18, 2013
Updating
Lo primero de todo, una foto del crimen...
Sí, señores, me he cortado el pelo. Y a cada segundo que pasa se me riza más. Tengo unos caracolillos por la nuca que no es normal. Afrooo! Y sí, voy a vender el pelo. Si me dejan.
Creo que tenía como veinte mil cosas por decir, pero a la hora de ponerme se me olvidan. Así que diré que hoy he ido a firmar el finiquito de la Cruz Roja (que no lo sabéis, pero he estado captando socios para CR durante una semana, y luego me he ido a la calle porque los 4 socios que he hecho se han rajado a la hora de la verdad. Así que nada.), y que quiero quedarme en Córdoba este verano. Sí, yo. Pero es mejor que estar en mi pueblo, y bueno, hay una razón de peso :3
También diré que mi abuelillo está malo, está orinando sangre y tiene una movida que no saben si es pulmonar o qué. Le van a hacer unas pruebecillas, creo. No me han querido contar mucho.
Y nada, si me acuerdo de algo más ya lo pondré por aquí.
Sí, señores, me he cortado el pelo. Y a cada segundo que pasa se me riza más. Tengo unos caracolillos por la nuca que no es normal. Afrooo! Y sí, voy a vender el pelo. Si me dejan.
Creo que tenía como veinte mil cosas por decir, pero a la hora de ponerme se me olvidan. Así que diré que hoy he ido a firmar el finiquito de la Cruz Roja (que no lo sabéis, pero he estado captando socios para CR durante una semana, y luego me he ido a la calle porque los 4 socios que he hecho se han rajado a la hora de la verdad. Así que nada.), y que quiero quedarme en Córdoba este verano. Sí, yo. Pero es mejor que estar en mi pueblo, y bueno, hay una razón de peso :3
También diré que mi abuelillo está malo, está orinando sangre y tiene una movida que no saben si es pulmonar o qué. Le van a hacer unas pruebecillas, creo. No me han querido contar mucho.
Y nada, si me acuerdo de algo más ya lo pondré por aquí.
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diario de una guiri,
mi vida,
soy pobre
martes, enero 08, 2013
No leáis este post o moriréis de sobredosis.
Sabéis, siento que debo escribir. Debo escribir, porque ayer fue un día muy intenso.
Todo esto comenzó unos días antes cuando volví a Córdoba de incógnito por el cumpleaños de A, y luego nos vinimos a casa en plan rapto gitano, como suele decir. Hace tiempo que no pasamos el tiempo por aquí por mi casa ya que siempre andamos en su piso.
Supongo que la gente pensará que es una total idiotez, sabeis, el hecho de que yo pueda atesorar detalles como el que se venga a mi casa, el despertarme a su lado por la mañana y zanganear en la cama un rato, el que se venga, y no haya nadie más. No me entendáis mal, en su casa no lo paso mal porque haya gente, de hecho me gusta. Pero hace tiempo que no estabamos a solas, y es algo que supongo que me hacía falta. Esa intimidad muda y completa. El "hoy te tengo para mí sola", esa tranquilidad y esa falta de presión porque en el salón haya alguien y está feo no interactuar con ellos...
Sin más, estábamos viendo alguna serie cuando creo recordar que llamé a Jorge para comentarle algo con el manos libres. Y no me acuerdo de la conversación pero al momento se decidió que íbamos a ir a Granada al día siguiente.
A. sabía que yo he estado añorando mucho a mis amigos y la increíble nostalgia de Granada que tenía. Y allí que nos fuimos.
Ha sido un completo logro el hecho de que pudiera aglomerar a casi todos mis amigos en un día. Algunos no pudieron, otros no contestaron. Pero son todos los que estaban y estaban todos los que son, como se dice.
Llegamos a casa y estaba completamente agotada. Y me puse a llorar. Lloré como una idiota, en fin. Pero sabéis, es que necesito decirlo.
NADIE ha tenido nunca los detalles que tiene conmigo. Nadie se ha tomado tantas molestias, ni se ha preocupado de esa forma por mí. Mis amigos y mi familia se preocupan por mí, es obvio, y soy consciente de ello, y no estoy quitándoles mérito. Pero me sobrepasó y me puse a llorar de contenta. Soy así de irónica yo.
Ayer fue, posiblemente, el mejor día de mi vida. Fue muy especial para mí el combinar esas dos partes de mi vida, lo que me importa de Córdoba y lo que me importa de Granada. Fue muy especial y muy importante que os conociérais todos, y que estuviérais allí conmigo.
Sólo quería que supiérais eso. A vosotros, a todos, gracias.
Todo esto comenzó unos días antes cuando volví a Córdoba de incógnito por el cumpleaños de A, y luego nos vinimos a casa en plan rapto gitano, como suele decir. Hace tiempo que no pasamos el tiempo por aquí por mi casa ya que siempre andamos en su piso.
Supongo que la gente pensará que es una total idiotez, sabeis, el hecho de que yo pueda atesorar detalles como el que se venga a mi casa, el despertarme a su lado por la mañana y zanganear en la cama un rato, el que se venga, y no haya nadie más. No me entendáis mal, en su casa no lo paso mal porque haya gente, de hecho me gusta. Pero hace tiempo que no estabamos a solas, y es algo que supongo que me hacía falta. Esa intimidad muda y completa. El "hoy te tengo para mí sola", esa tranquilidad y esa falta de presión porque en el salón haya alguien y está feo no interactuar con ellos...
Sin más, estábamos viendo alguna serie cuando creo recordar que llamé a Jorge para comentarle algo con el manos libres. Y no me acuerdo de la conversación pero al momento se decidió que íbamos a ir a Granada al día siguiente.
A. sabía que yo he estado añorando mucho a mis amigos y la increíble nostalgia de Granada que tenía. Y allí que nos fuimos.
Ha sido un completo logro el hecho de que pudiera aglomerar a casi todos mis amigos en un día. Algunos no pudieron, otros no contestaron. Pero son todos los que estaban y estaban todos los que son, como se dice.
Llegamos a casa y estaba completamente agotada. Y me puse a llorar. Lloré como una idiota, en fin. Pero sabéis, es que necesito decirlo.
NADIE ha tenido nunca los detalles que tiene conmigo. Nadie se ha tomado tantas molestias, ni se ha preocupado de esa forma por mí. Mis amigos y mi familia se preocupan por mí, es obvio, y soy consciente de ello, y no estoy quitándoles mérito. Pero me sobrepasó y me puse a llorar de contenta. Soy así de irónica yo.
Ayer fue, posiblemente, el mejor día de mi vida. Fue muy especial para mí el combinar esas dos partes de mi vida, lo que me importa de Córdoba y lo que me importa de Granada. Fue muy especial y muy importante que os conociérais todos, y que estuviérais allí conmigo.
Sólo quería que supiérais eso. A vosotros, a todos, gracias.
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jueves, noviembre 15, 2012
Long time no see
Hay veces en que se me pasa la vida volando. Otras en las que todo es tan terriblemente lento que se me hace eterno. El problema del día a día es que siempre tengo que hacer mil cosas -o que quiero hacerlas- y que como no me organizo y no tengo fuerza de voluntad, pues se me va y se me va y ahí que me quedo.
Las cosas por clase van guay. Me he perdido algunas y tengo que retomarlo. Más que nada porque adoro Historia de la Lengua. Haber hecho fonética diacrónica en Chile el curso pasado me ha venido muy bien. Y la verdad es que creo que podría conseguir matrícula en esa asignatura sin currármelo mucho.
Mis problemas son Dialectología y Sintaxis funcional. Son un problema porque aquí en Córdoba no las tengo y tendría que hablar con los profes... y con suerte encontrar a alguien que me pase los apuntes de Granada. La parte más o menos buena es que hasta el año pasado Dialectología se impartía aquí en Córdoba y que he hablado con los profesores y me han dejado acceder a la plataforma de la red para descargarme los apuntes. Todo sería ver el temario granadino y compararlo y preparármela aquí, con ayuda de los profes de aquí si se enrollan...
Quiero escribir. Y quiero dibujar. Y nunca encuentro el momento para ninguno. Hace mil años (bueno, meses) que no escribo nada, ni un relato (y le debo uno a Alba), y de dibujar ni hablemos. De hecho, aún tengo que instalar la tableta.
Estoy tratando de adaptarme al Windows 7. Sigue sin molarme mucho. Pero el pensamiento de pillar el ordenador por banda y formatearlo y demás... dios, qué puta pereza. Aún tengo que instalar el photoshop... y quizá el Sai, aunque no me mola. No me gustan las cosas nuevas. Y no tengo paciencia, informáticamente hablando... Como muchos sabéis, mi portátil se murió a mitad de octubre, y en fin, Alba y Gato me lo han estado arreglando. Aún tengo que comprar una batería nueva la semana que viene. Casi me va a salir como prácticamente comprarme uno nuevo. Pero me moriría si tengo que comprar uno nuevo. Voy a tratar de seguir con este. Aunque ciertamente, si me toca arreglarlo otra vez sí le diré adiós. Claro está, si me lo puedo permitir. Pero de momento vamos bien.
Esta semana me quedo UN DÍA MÁS (woo). El por qué es sencillo. Hay un concierto de música celta en un pub irlandés de la zona. Mi madre llamó ayer y en fin, se lo comenté. Y bueno, que tengo un día de cuartelillo.
También quiero buscarme algún curro aquí. Algo por horas, para sacar algo de calderilla. No estaría mal ahorrar un poco, la verdad.
A ver si encuentro un ratito para volver a perderme por estas calles. Aunque quiero volar. Irme fuera. Por muy bien que esté aquí, necesito hacerme una escapada. Volver a casa, a la Madre Irlanda. Necesito el olor de las calles, el acento, los rasgos, las montañas suaves y verdes y el mal tiempo. De verdad que me hace falta perderme. Me lo pide el cuerpo. Quiero pensar. Sobre todo porque creo que es lo que necesito para ponerme a escribir de nuevo. Necesito mis banshees y mis duendes y mis dioses celtas.
martes, octubre 09, 2012
Diario de una guiri cordobesa II y otras moñeces
Me he quedado dormida. Y no es la falta
de sueño. Hoy dormí bien, a diferencia de estos últimos días.
Supongo que la compañía hace que todo esto sea diferente.
Y es que sí, ahora duermo acompañada
la mitad del tiempo. Yo, la señora Voy A Marear La Perdiz Hasta Que
Vomite, yo, bueno, estoy con alguien. Y es que básicamente ha sido
llegar a Córdoba y besar el santo, como quien dice. Internet ha sido
de ayuda. Me metí en una página para conocer gente en Córdoba, ya
que me veía un poco sola y perdida, y en fin, sí encontré a
alguien.
Por suerte o por desgracia, no vemos
mucho la ciudad. Y es que entre trabajos y estudios no se puede. Y el
que yo trabaje los fines de semana también afecta, supongo.
Y de alguna forma me da algo de miedo,
sabéis. No la relación en sí. Eso está bien. Me encuentro un poco
desnuda en el sentido de que... a ver, vosotros me conocéis. Me lo
pienso todo muchísimo. Y ahora no le estoy dando tantas vueltas.
Supongo que más de uno me diréis que es algo bueno. Pero me hace
sentir algo desprotegida. Aunque a veces creo que merece la pena.
Y en fin, que no era eso lo que venía
a contaros. Que hoy he faltado a la clase (que empezaba a las cinco)
porque me he quedado dormida. Y es que estoy algo pachucha. Días del
mes. Y tengo que salir pero no tengo ganas de moverme y... en fin. Mi
reino por un trozo de chocolate.
Y curiosamente tenía ganas de escribir
una entrada. Una personal, sobre cómo me va, qué tal todo, y todo
eso. Y por otro lado no tengo ganas de hacerlo. Quiero chocolate.
Creo que voy a por un paladín doble en cero coma dos.
No sé. Quiero escribir, pero estoy de
alguna forma bloqueada. Quiero dibujar y tengo demasiada pereza. He
de buscar alguna forma en la que invertir mi tiempo libre.
Probablemente me pondré programas antiguos de Milenio, o Las Chicas
Gilmore, y empezaré a pasar apuntes a limpio. No sería mala idea.
Y en cambio lo que estoy haciendo es
leer un fic larguísimo. Leo mucho últimamente. Tristemente son fics
y se me acumulan los libros. Estoy un poco obsesionada.
Y también estoy comiendo poco. Mi
madre me echa cosas de comer todos los domingos, y se me están
empezando a acumular en la nevera y el congelador. Y sea como sea, no
sé cómo no lo gasto, porque casi no estoy cocinando en absoluto.
Sí, he comido algunos días en la universidad, pero más allá de
eso no he salido a cenar fuera. Exceptuando dos veces que hemos
pedido, una a un chino y otra a una pizzería. Y poco más.
Y diría que me estoy alimentando de
té, pero tampoco. No sé qué estoy haciendo.
Hoy sin embargo me he zampado un plato
de filetes en salsa que hizo mi madre en el restaurante y que me
congeló un poco, y una bolsa de patatas. Así por las buenas. Zasca.
Viva la comida basura.
Sin más que contar, os estoy esperando
para que me hagáis una visita, y que traigáis un poquito de
Granada, o de dondequiera que esteis, y me iluminéis un rato la
vida. Que os echo de menos.
Bueno, sí. Quiero contar algo.
Por esta persona me estoy dando cuenta
de algo. Sí, todos sabemos, yo sé, que soy algo autodestructiva.
Pero es que a veces hago comentarios sobre mí misma que cuando me
los repite suenan increíblemente mal. Me los repite por eso. Porque
suenan mal. Suenan a que me insulto a mí misma. Y sí, sé que no
tengo un autoestima grande, pero nunca pensé que yo misma me dijera
esas cosas. Porque me las digo. Me considero muy poco. Y me estoy
dando cuenta de ello ahora.
Y yo sé que no me quiero demasiado,
pero tan poco amor hacia mí misma me ha sorprendido. En serio. Yo
tenía asumido que me quería algo más que eso.
Supongo que es hora de conocerme más a
mí misma. Porque al parecer soy una desconocida. El otro día, en mi
cocina, estábamos haciendo té, o café, o algo así, y miró mi
lista de la compra, en el frigorífico. Con una simple ojeada al
papelito, supo que era organizada, meticulosa y algo quisquillosa.
Aparte, se rió del hecho de que en la lista yo especificaba que las
bolsas de congelación que necesitaba eran de las pequeñas. Y no, no
es que yo lo hubiera dicho, o mi casa estuviera impecable. El salón
está como me lo encontré al llegar, y mi habitación estaba llena
de cosas por colocar. Y las palabras con las que me definió
encajaban con cómo me veo yo en ese sentido. Un poco maniática del
orden. De ciertas costumbres.
Yo no sé hacer eso. It's genious.
Y me voy a ir. Me duele el hombro.
Ayer, hablando en la cama, los codos apoyados en el colchón, me dio
un tirón tremendo, de alguna forma que no consigo explicar. Y no
podía mover el brazo. Aún me duele.
Voy a comerme una taza de paladín a
cucharadas, o morir en el intento.
lunes, septiembre 24, 2012
Una guiri cordobesa en Córdoba
Pues sí, señores. En Córdoba me hallo. En las callejuelas estrechas del casco antiguo, con sus seseos y su pachorra a la hora de hablar.
Córdoba la ciudad que llevo evitando ocho años.
Córdoba, la ciudad de la que puede que me haya enamorado en mi trayecto a la universidad. Que está al lado de la mezquita. Tiene un portón barroco cual Facultad de Derecho en Granada. Pero pintado en amarillo. Un poco feo.
Voy a tener problemas con las asignaturas, porque sólo tengo por las tardes y me coinciden. Y si no puedo solucionarlo me tocará echar un año más en Granada, y en fin, que no hay ganas. Pero es lo que queda. Después de todo el viaje, tendré que terminarlo, digo yo.
Pero bueno, igual eso. Cuando pueda escribiré por aquí. Todavía no tengo contraseña de ordenador y la del aula de informática me ha puesto el suyo, supongo. Y por lo visto está prohibido el uso de redes sociales (se sanciona durante una semana sin funcionamiento de internet). Por tanto, puede que eso implique que el blog va a volver a cobrar la vidilla de antaño.
Con esto y un bizcocho... me voy para casa que tengo que comprar un puto callejero y hacer la compra. Que anoche me tuve que hacer una tortilla con MANTEQUILLA porque no tengo aceite. y tengo que quedar con mi primo porque me dejé el cable del ordenador en casa. Con el aceite. Y el colacao. Cien putos kilómetros. Ocho putos años viviendo a casi 400 como mínimo y nunca me he dejado nada. Ahora estoy a cien putos kilómetros y voy y se me queda el PUTO cable del ordenador. Manda huevos.
Subiré fotos cuando pueda :)
Como plus me he encontrado a una granadina que empieza la carrera aquí, y a una de Santiago (gallega) que hace Hª del Arte y quería ir a Granada. Ha sido divertido porque yo quería ir a Santiago a hacer la sicúe... :D
Me he ido riendo por la calle por toparme con el Teatro Góngora, la calle Ángel de Saavedra y un bar llamado Séneca. Creo que me dejo otro, pero en fin. Que el descojone empezó con el teatro xD
Córdoba la ciudad que llevo evitando ocho años.
Córdoba, la ciudad de la que puede que me haya enamorado en mi trayecto a la universidad. Que está al lado de la mezquita. Tiene un portón barroco cual Facultad de Derecho en Granada. Pero pintado en amarillo. Un poco feo.
Voy a tener problemas con las asignaturas, porque sólo tengo por las tardes y me coinciden. Y si no puedo solucionarlo me tocará echar un año más en Granada, y en fin, que no hay ganas. Pero es lo que queda. Después de todo el viaje, tendré que terminarlo, digo yo.
Pero bueno, igual eso. Cuando pueda escribiré por aquí. Todavía no tengo contraseña de ordenador y la del aula de informática me ha puesto el suyo, supongo. Y por lo visto está prohibido el uso de redes sociales (se sanciona durante una semana sin funcionamiento de internet). Por tanto, puede que eso implique que el blog va a volver a cobrar la vidilla de antaño.
Con esto y un bizcocho... me voy para casa que tengo que comprar un puto callejero y hacer la compra. Que anoche me tuve que hacer una tortilla con MANTEQUILLA porque no tengo aceite. y tengo que quedar con mi primo porque me dejé el cable del ordenador en casa. Con el aceite. Y el colacao. Cien putos kilómetros. Ocho putos años viviendo a casi 400 como mínimo y nunca me he dejado nada. Ahora estoy a cien putos kilómetros y voy y se me queda el PUTO cable del ordenador. Manda huevos.
Subiré fotos cuando pueda :)
Como plus me he encontrado a una granadina que empieza la carrera aquí, y a una de Santiago (gallega) que hace Hª del Arte y quería ir a Granada. Ha sido divertido porque yo quería ir a Santiago a hacer la sicúe... :D
Me he ido riendo por la calle por toparme con el Teatro Góngora, la calle Ángel de Saavedra y un bar llamado Séneca. Creo que me dejo otro, pero en fin. Que el descojone empezó con el teatro xD
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