lunes, agosto 26, 2013

Andare

No, el título no está mal escrito, es una canción que he escuchado últimamente.

Han pasado muchas cosas en este último mes, mes y medio, casi dos meses.

Entre otras...

Rafael Blázquez Murillo

22-11-1935/24-07-2013


Saqué esta foto en nochebuena. Me senté a su lado en la cena con toda la familia, y me dio un ataque de ansiedad. Se iba a morir antes de un año, lo supe con certeza en ese momento, y ni siquiera sabíamos que tenía cáncer.

Le empezaron a dar quimio en marzo, y nos dijeron que con el tratamiento viviría un año más, que si no en un mes o dos se nos iba a ir.

A finales de mes, con el siguiente tratamiento de quimio, empezó con diarrea... y bueno, él siempre tan cabezón, si le decías que comiera una cosa no lo hacía. Dejó de beber agua, dejó de comer... Y le dio una infección. Mi abuela y yo le regañábamos... hasta que un día no se quiso ya levantar de la cama. Tenía fiebre y llamamos a la ambulancia.

Cuando llegó al hospital a mi abuela le negaron con la cabeza. El abuelo no se iba a poner bien. Mejoró un poquito, le bajaron la fiebre, le pusieron suero... y lo ingresaron.

Dos días después me fui al hospital con la angustia de que mi abuelo no tenía ya mucho por delante y que lo último que le había estado diciendo habían sido reprimendas. Me recibió en su cama del hospital, pareció animarse al verme y tras ponerme la mascarilla y la bata (porque tenía una inmunodepresión de caballo) una enfermera me ayudó, como él pidió, a levantarse para sentarse en la cama. Y allí estuvo un rato hablando conmigo. Le dije que si entendía el por qué la abuela y yo lo habíamos regañado y él se disculpó también diciendo que últimamente es que cualquier cosa le daba mucho asco, estaba muy desganado.

Pasé una de las noches más horribles de mi vida, sin dormir, viendo respirar a mi abuelo, llamándo a las enfermeras cuando le daban náuseas o cuando necesitaba que le dieran más morfina, y escuchándole respirar, cagándome de miedo cuando dejaba de oírle. Por la mañana la doctora dijo que le iban a poner una sonda nasogástrica y yo en mi inocencia pensé que iban a empezar a darle de comer. Que iba a mejorar.

Mi padre se fue al día siguiente al hospital y la doctora pidió que se reunieran todos los hijos, que le iban a quitar la medicación a mi abuelo porque estaba echando bilis por la boca y por la nariz. Cuando llegaron todos, lo sedaron... y supongo que se despidió de mi tía aquél día a las siete de la madrugada, cuando ella andaba cabeceando y le miró, y vio que la miraba... y que luego se le fueron los ojos. Al menos estaba sedado. Al menos no sufrió.

Pero ahí queda la historia de aquel hombre que siempre tuvo un cigarro en la boca. Un hombre que se pasó toda la vida trabajando, ganando cada peseta por sus hijos, que se desvivía por sus nietos, que se interesaba por sus vecinos, que tenía esa risa sincera y desdentada, esas manos grandes y gruesas por la acromegalia y ese rostro amable.

Lo ví, o creo haberlo visto, al lado de mi abuela en el tanatorio, mientras ella salía para tomar un poco el aire. Lo vi caminando a su lado, apoyándola. Durante un momento pensé que era mi tío, pero no, era más delgado que mi tío y andaba con un paso firme, muy diferente a su forma de andar de unos años para acá.

Se lo he contado hoy a mi tía y se ha echado a llorar.

Mi abuelo ha pasado 52 años enamorado de la misma mujer, y no iba a dejarla cuando más lo necesitaba.

Te voy a querer siempre, abuelito.


martes, julio 09, 2013

LKJDFKLAJSDF los pómulos de Noomi Rapace

... y yo que iba a escribir una entrada bonita y sesuda para que dijérais "mira qué inteligente es Sheila", y de repente acabo sin darme cuenta viendo un video de una peli por estrenar en la que sale Rachel McAddams (AKA Irene Adler en las pelis de Sherlock Holmes de RDJ), y Noomi Rapace (que sale también en la saga, pero que es más conocida por la trilogía de Millenium (Los hombres que no amaban a las mujeres, blahblahblah))

Y es que los perfiles me pirran. Me pirran. Ya sea el perfil de Colin Morgan (con esa nariz, y esa barbilla y diosmio esos pómulos) como el de esta mujer. Se ve que tengo un fetiche muy grande yo con los perfiles, y me cago en su nación, Noomi, que pa empezar ni sé cómo se pronuncia tu nombre para que me vengas con esos pómulos a cortarme el hilo mental.

La peli es Passion, y hay rollo bollo pero tela. Lo peor e inexplicable es que no me sorprende. Una peli con estas dos? Si no hay femmeslash en la peli lo hay en mi cabeza. Aunque a Rachel la veo más guapa en morena.

No sé yo si voy a ver esta peli.

Dios mío qué mal estoy hoy.

domingo, junio 16, 2013

Calles vacías

Sabéis, estaba deseando volver a Granada. Adoro esta puñetera ciudad. La mayor parte de mis amigos residen aquí. Las calles están llenas de recuerdos, de conversaciones y de risas. Sé dónde encontrar casi cualquier cosa, y me sé mover perfectamente por sus rincones. Llevaba mucho tiempo soñando con este pequeño paréntesis, con una vuelta a mi vida anterior, a la de hace dos cursos por estas fechas. El calor, los amigos, las tapas, las noches en vela mirando apuntes que no entiendes.

Ayer salí. Y conocí gente, y me lo pasé de putísima madre. Pero no paraba de mirar el móvil. Me faltaba la sonrisa de alguien entre todas esas caras nuevas.

Vuelvo a Córdoba el sábado por menos de veinticuatro horas. Y quisiera que el tiempo se parase.

Cambiando de tercio, voy a ver si sigo con los apuntes que mañana tengo Literatura Española VI y ya hasta el jueves nada. Los que andeis por aquí, echadme un toque, que quiero tomarme un cafelillo con vosotros.

martes, junio 11, 2013

Granada, tierra soñada

estoy que no levanto cabeza. Que no, que no. Que yo iba a quedarme en Córdoba este verano, y de repente todo cambia y para mal, y a mí me da la ansiedad. 

Que por otra parte estoy envuelta en un ambiente de problemas familiares y de rupturas, y es todo un poco pesimista.

Y que por si no fuera poco, el jueves pasado me dio por mirar mi expediente ená  la UGR. Y me encuentro con asignaturas del primer cuatrimestre con "No Presentado". Llamé a secretaría y me dicen que no consta que esté de SICUE... Pues nada, ahí te mueras. Pásate un año yendo a otras clases, haciendo trabajos (Lorca, ugh) y estudiando materia insulsa, para que de repente tengas que presentarte a otras asignaturas insulsas a las que no has ido. 

Ponte a acomodar horarios y a hablar con profesores para que te ajusten las fechas de exámenes porque no estás viviendo allí y porque también curras, y ponte a llamar a gente para que te aloje. 

Y nada, esa es mi vida. 

En la vida personal... aparte de la muy personal, puedo decir que estoy fatal de ánimos. Mi abuelo sigue con la quimio. .Mi abuelo, mi abuelito que siempre ha estado gordete, se está quedando hecho un palillo. Pero claro, con quimio puede vivirnos un año, sin quimio... pues se habría muerto este mes.  Pero verlo desvanecerse ante mis ojos es una tortura y me destroza.

jueves, mayo 30, 2013

Sueños recurrentes

Hay sueños, sabeis, sueños que se repiten. A veces sueñas cosas que, al volverlas a soñar dices "esto ya lo he vivido". En otras ocasiones son continuaciones de sueños, como si los actores de tu mente se preparasen para una nueva entrega. 

Yo tengo sueños recurrentes. Todos hemos soñado que nos caemos, sí.

Pero yo tengo algunos diferentes. Como el que tenía, sobre todo, de pequeña, cuando me daba fiebre. Negrura, y arena. Arena moviéndose debajo de mis pies, como si estuviera encerrada en un reloj de arena y esta se filtrara hacia abajo. Arena y negrura y luces. Como cuando vas en un coche, de noche, y te pasan faros. Yo soñaba con luces verdes, o rojas. Círculos de luz que no brillaban, eran simplemente manchas en la negrura, que se movían mientras yo "avanzaba".

Otro que tenía cuando tenía fiebre, aunque más que sueño era una especie de ilusión óptica, o del efecto de la fiebre, era que el tiempo se ralentizaba. Recuerdo estar de vacaciones en un camping en Talarrubias hace muchos años,  despertarme para ir al servicio, y aun sin haber amanecido, escuchar el tictac de un reloj y sentir que el tiempo se paraba. 

Y luego está el tercero. Fumar a escondidas. Robar cigarrillos y esconderme para fumármelos. Y este sueño se ha repetido tanto, tantísimo, que hay veces que confundo realidad y ficción y no sé realmente si fumo o no. 

Gran ironía viniendo de alguien antitabaco como yo.

lunes, marzo 18, 2013

Bandera a media asta.

No estoy demasiado bien. Hay ratos en que creo que no puedo respirar. Y es que todo esto comenzó hace un mes.

Mi abuelo no se ha encontrado muy bien últimamente, y llegó un momento a mitad del mes pasado que empezó a orinar y a toser sangre. Fue al médico, y le dijeron que era un efecto que puede provocar el Sintrom que toma. Que no pasaba nada. Pero sonaba raro, y nos quedamos con la mosca detrás de la oreja. Eso fue un viernes, y el lunes 18 (si no me falla la memoria) se fue a urgencias al hospital regional de Pozoblanco y lo ingresaron por pulmonía. Ese miércoles le hicieron una biopsia y el viernes cuando llegué a mi casa me dijeron que era un carcinoma con metástasis. Inoperable.

Y venga a llorar.

Ese sábado me quedé con él en el hospital.

A mitad de la semana siguiente, me llama mi madre para decirme que la segunda biopsia ha salido NEGATIVA para cáncer. Que le iban a hacer otra. Negativa, también.

Aliviados, y algo mosqueados con la plantilla médica y el laboratorio, me entero de que el día de la primera biopsia, nada más sacar la muesta, sin analizarla ni nada, el médico que se ocupó de ello dictaminó el primer veredicto, que era un carcinoma, un tumor inoperable de siete centímetros, sin mirar ni nada.

El segundo sábado en el hospital, volví a quedarme con mi abuelo, en la tercera planta del hospital, llena de, en su mayoría, ancianos. Toda la planta con neumonía y varios muertos por día (algunos de ellos se pasaban horas y horas gritando antes de morirse).

El lunes 4 le dieron el alta.

Y el miércoles 13 vino a Córdoba a hacerse un tac con contraste para ver finalmente qué era aquello.

El resultado salió el jueves. Cáncer. Metástasis en los dos pulmones, el hígado y los dos riñones.

Soy consciente de que mi abuelo se iba a morir en algún momento. Pero esperaba que lo hiciera por causas naturales. O por un infarto fulminante. No por esto. Pero por otro lado se veía venir. Un hombre que en mi pueblo es famoso por fumarse cuatro paquetes de Ducados negro al día desde que tiene 16 años, y de beber dos litros de café negro diarios.

Sé que el hecho de fumar no te da directamente cáncer, pero sé que mi abuelo se va a morir por culpa del puñetero tabaco, porque por culpa de él tiene insuficiencia cardíaca y renal.

A día de hoy soy más antitabaco de lo que era.

Me dio un puto ataque de ansiedad, y no podía ni respirar. Ni llorar. Y creo que asusté tanto a Alba que no abrió la tienda por la tarde.

Lo peor es que mi abuelo no puede enterase de lo que tiene. No puede, y se lo he contado a mi madre, porque de esos días de hospital, uno de los sábados en los que fui con él, me dijo que si llegaba a tener algo malo se iba a quitar de en medio. Y ese es el miedo que tengo. Que encima que se lo está comiendo un cáncer, encima, yéndose al campo que se va todos los días, con sus gallinas y sus perros y sus ovejas, que un día de esos se cuelgue en algún sitio o haga algo del estilo.

Y yo, que empecé el año con la certeza de que se me iba a morir alguien. Irónicamente, pensé que iba a ser mi abuela...

lunes, febrero 18, 2013

Updating

Lo primero de todo, una foto del crimen...


Sí, señores, me he cortado el pelo. Y a cada segundo que pasa se me riza más. Tengo unos caracolillos por la nuca que no es normal. Afrooo! Y sí, voy a vender el pelo. Si  me dejan.

Creo que tenía como veinte mil cosas por decir, pero a la hora de ponerme se me olvidan. Así que diré que hoy he ido a firmar el finiquito de la Cruz Roja (que no lo sabéis, pero he estado captando socios para CR durante una semana, y luego me he ido a la calle porque los 4 socios que he hecho se han rajado a la hora de la verdad. Así que nada.), y que quiero quedarme en Córdoba este verano. Sí, yo. Pero es mejor que estar en mi pueblo, y bueno, hay una razón de peso :3

También diré que mi abuelillo está malo, está orinando sangre y tiene una movida que no saben si es pulmonar o qué. Le van a hacer unas pruebecillas, creo. No me han querido contar mucho.

Y nada, si me acuerdo de algo más ya lo pondré por aquí.

martes, enero 08, 2013

No leáis este post o moriréis de sobredosis.

Sabéis, siento que debo escribir. Debo escribir, porque ayer fue un día muy intenso.

Todo esto comenzó unos días antes cuando volví a Córdoba de incógnito por el cumpleaños de A, y luego nos vinimos a casa en plan rapto gitano, como suele decir. Hace tiempo que no pasamos el tiempo por aquí por mi casa ya que siempre andamos en su piso.

Supongo que la gente pensará que es una total idiotez, sabeis, el hecho de que yo pueda atesorar detalles como el que se venga a mi casa, el despertarme a su lado por la mañana y zanganear en la cama un rato, el que se venga, y no haya nadie más. No me entendáis mal, en su casa no lo paso mal porque haya gente, de hecho me gusta. Pero hace tiempo que no estabamos a solas, y es algo que supongo que me hacía falta. Esa intimidad muda y completa. El "hoy te tengo para mí sola", esa tranquilidad y esa falta de presión porque en el salón haya alguien y está feo no interactuar con ellos...

Sin más, estábamos viendo alguna serie cuando creo recordar que llamé a Jorge para comentarle algo con el manos libres. Y no me acuerdo de la conversación pero al momento se decidió que íbamos a ir a Granada al día siguiente.

A. sabía que yo he estado añorando mucho a mis amigos y la increíble nostalgia de Granada que tenía. Y allí que nos fuimos.

Ha sido un completo logro el hecho de que pudiera aglomerar a casi todos mis amigos en un día. Algunos no pudieron, otros no contestaron. Pero son todos los que estaban y estaban todos los que son, como se dice.

Llegamos a casa y estaba completamente agotada. Y me puse a llorar. Lloré como una idiota, en fin. Pero sabéis, es que necesito decirlo.

NADIE ha tenido nunca los detalles que tiene conmigo. Nadie se ha tomado tantas molestias, ni se ha preocupado de esa forma por mí. Mis amigos y mi familia se preocupan por mí, es obvio, y soy consciente de ello, y no estoy quitándoles mérito. Pero me sobrepasó y me puse a llorar de contenta. Soy así de irónica yo.

Ayer fue, posiblemente, el mejor día de mi vida. Fue muy especial para mí el combinar esas dos partes de mi vida, lo que me importa de Córdoba y lo que me importa de Granada. Fue muy especial y muy importante que os conociérais todos, y que estuviérais allí conmigo.

Sólo quería que supiérais eso. A vosotros, a todos, gracias.