jueves, octubre 13, 2011

The show must go on

La vida sigue. Sin pareja, sin trabajo. Justo como otros cuantos millones de españoles, y ya no cuento medio mundo.

Pero sigo soñando.


Algo que me da fuerzas es pensar en pedir una Séneca para el año que viene. Y el hecho de pensar en volver a Irlanda también me ayuda mucho. Me gustaría poder visitarla más, no sólo ir a Dublín, sino también a Cork, a Athenry, ver los acantilados de Moher, visitar Galway... Ya no digo Belfast porque saldría todo por un ojo de la cara, pero chica, seguir soñando.

Sobre el tema pareja... bueno, qué decir. Estas cosas se acaban a veces igual que vinieron. No estoy hecha pedazos porque he llorado durante un mes, con antelación. Y aun así tengo un regustillo de amargura que no me gusta. No soy rencorosa, y todo está ya perdonado. Pero la confianza hacia alguien se la forja esa persona, y si esa persona te falla, todo se va a la mierda. Yo puedo perdonar fácilmente. Volver a confiar... eso es harina de otro costal.

Y sobre el trabajo... pues vuelvo al paro. Una semana de curro y puf, a la calle. He de decir que no soy la única. A una compañera de mi turno la echaron el día anterior, a otra estuvieron a punto, de dos nuevas que iban a entrar el martes sólo vino una y tal como vino se fue a final del día, y por la mañana echaron a otras dos. La están cagando pero a base de bien. Tienes a gente que está haciendo ventas, sí, vale, hay días flojos, pero eso pasa con todos los trabajos. Y como pasas un día sin hacer venta, a la calle. Y meten a gente nueva, sin experiencia, al mismo puesto, esperando que sean diamantes en bruto en el mundo de las teleoperadoras y os forreis... no, chato, no. Pero es vuestra empresa. Vosotros veréis qué haceis. Yo sólo puedo reírme y encogerme de hombros y esperar a ver cómo teneis que cerrar la oficina de Granada porque estais agilipollados.

Y las clases de momento guay. Tengo monopolio con una profesora. Nos vamos a hartar de leer.

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