¿Hola?

No sé, yo intuyo que ya debería dar señales de vida. Viendo que hay un(os) visitantes nuevos por el blog, o que eso parece, pues yo aprovecho para saludar.

Y aquí estoy, en mi cuarto, en casa de mis padres, con el ordenador encendido, música extraña (parece reggae, pero no sé, es una cosa rara) y los tambores de una procesión resonando calle arriba. Es semana santa, nenes.

Si alguien lo pregunta, no, no he ido a ninguna procesión. ¿Para qué? No tengo ese tipo de fé. Aunque si echan cualquier cosa tipo Los Diez Mandamientos y similares siempre me quedo a verlas. Me entretienen mucho xD. Supongo que es lo que me queda de mi "antigua vida" de católica activa. No estoy diciendo que no crea en Dios ni que deje de creer, soy una persona que tira a lo agnóstico. Pero no venía a eso.

De todas formas, no sé a lo que venía. xD

Ayer me alisé el pelo (bueno, entre mi madre y yo) y me corté un poco el flequillo. O más bien me lo cortó mi madre. Se ha quedado recto esta vez, en lugar de en pico. Estoy pensando en comprar una plancha como la de mi madre. Es bastante buena, es la primera plancha que consigue este resultado en mi pelo, la verdad. A las pruebas me remito.
Parezco una niña buena y todo xD.

Echo de menos a Dana. Siete meses compartiendo espacio con ella y se quedó en el piso para Semana Santa. No está sola, está una de mis compañeras de piso, pero la echo de menos mucho. Verla, dormir con ella, acariciarla, hablarle. Todo. Echo de menos hacerla rabiar y cuando se poner hiperactiva. Echo de menos sus miradas zalameras y cuando viene, disimulando, para que le preste un poco de atención. Quiero que sea domingo de nuevo y darle un abrazo muy fuerte y no volver a separarnos nunca. Apuf.

Me han picado las arañas. Otra vez. Soy la única persona en mi casa a quien le pican. Las pobres deben haberse muerto de hambre, tres meses sin aparecer yo por aquí. Eso o que soy alérgica al pueblo xD.

Qué más, qué más. Ni idea. Me estoy leyendo Amanecer, el cuarto de Meyer, y me estoy partiendo la caja de reírme. En serio, señora Meyer, deje las drogas. O deme el truco, porque yo quiero escribir así de cutre y forrarme como una desgraciada también.

Y no me acuerdo de más. Si me acuerdo de más luego, me lo guardo pa otra vez.

Hala, con viento fresco!