Cosas

Supongo que ya me estoy hartando de intentar arreglar algo que no sé cómo se ha roto y que ni siquiera sé si es mi culpa. Quizá he insistido demasiado porque soy una paranoica y siempre pienso que la cosa va conmigo si ocurre algo, y me cargo la culpa a cuestas. Pero es que esto no sé ni por qué es ni qué puedo hacer para arreglarlo. Ni idea, me rindo.

Es decir, no es sólo una persona. De repente me encuentro con que lo hace un montón de gente, me llega desde un montón de flancos, y la verdad, me deja muy confusa. ¿Es que por fin han visto qué clase de persona soy? Nunca he ocultado mi forma de ser. Entiendo que la gente tenga su vida aparte de mi, y lo acepto. Pero hay gente que se llamaba amiga mía, y ahora casi siempre sólo encuentro silencio de su parte. Y me toca las narices que ocurra y yo no sepa el por qué. Porque si, por lo menos, lo supiera, me lo comería yo solita. Pero es que me llegan las tortas sin avisar.

No es un post de autocompasión, de proclamar que oh, qué pobrecita soy. Es simplemente que me gustaría entender lo que está pasando, porque esta sensación es muy incómoda, porque ni siquiera me dicen que no les apetece hablar conmigo, y me siento gilipollas. El no saber qué tienes que hacer. He pasado sola mucho tiempo y si hay que volver a estar sola se está y punto. La cosa es que todavía calificas a gente como amigos, y ellos quizá ya no lo hacen, por la razón que sea. Pero tú sigues contando con ellos, sin saber que les molesta que lo hagas. Y sí, sé que soy machacona, y estoy obsesionada con algunos temas, y que no sirvo para muchas cosas, pero nunca antes habían tenido un problema con ello. Quizá ya se han cansado de mí. Lo único que no esperaba es que fuera de tanta gente a la vez.

Y no es un post nombrando a las personas involucradas, porque la verdad, la gran mayoría ni siquiera sabe que tengo blog o lj, pero necesitaba desahogarme desde hace meses. Si hay alguien que se sienta aludido por mi queja, quizá es que hay algo que no va bien conmigo. Agradecería una charla explicativa, en serio.

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Cosas aparte, al final no voy a Madrid al puente. Estaré embuchando morcillas, lavando tripas, o mezclando carne de cerdo con pimentón con los brazos metidos hasta el codo: me voy de matanza.