Manual Posser nº 3

Saludos, piltrafillas oscuras. ¿Creíais que me había olvidado de vosotros? Aquí véis la respuesta: NO
En esta nueva lección aprenderemos qué hace un gótico al despertarse.

Primero: si tienes ataúd, levanta la tapa. Acuérdate, porque si eres tan bestia de despertarte de golpe te va a costar muchos arreglos, tanto en tu féretro como en tu frente. No queremos un zombie con la cabeza abierta, es antiestético.
Si duermes en una cama, tienes dos opciones:
- Si aún no has renovado tus sábanas y duermes con los perritos circenses que a tu madre le gustaron tanto, haz la cama rápidamente. Que alguien vea esas sábanas desmejoraría rápidamente tu ya inexistente reputación.
- Si ya las has cambiado, déjala sin hacer. Eso es. Que tu madre se queje y tus amigos góticos flipen con esas sábanas de seda negra que te has agenciado. Porque tú lo vales. Además, la habitación tiene que mostrar desorden, tu vida es tan deprimente, que ¿para qué te vas a molestar en hacer una cama? ¿Para deshacerla luego?

Segundo: Ahora tienes que dirigirte a desayunar (traducción: asustar a tu madre y que te eche la ya monótona charla), así que prepárate para bajar.
- Si todavía no tienes pijamas decentes, ponte la primera camiseta de conciertos que tengas. No, imbécil, la de Bisbal no. Eso es, con la de Cradle of Filth bastará. Si no, baja desnudo, tu madre chillará más.
- En caso de que ya hayas cambiado el vestuario, baja también. Pero no se te ocurra peinarte esos pelos de bruja. No te importa lo que digan de tus pintas.

Tercero: el desayuno.
- Si estás viviendo en casa, deja que tu madre te ponga las cosas en la mesa y, una vez esté todo preparado, dale un sorbo al zumo y pírate. Tienes que conservar la figura.
- Si estás viviendo/estudiando en otro sitio, puedes incluso no dejar que te vean comer, eso sí, siempre debes ingerir pocas cantidades. Así comenzarán a pensar que te alimentas por la noche... en plan súcubo, je. Y empezarán a pegarse contra la pared cuando te los encuentres por el pasillo. Deben temerte.

Cuarto: Vístete.
Ya sabes cómo, está en el Manual nº2. Sigue tu look. Recuerda ponerte todas las horteradas que puedas, ya sabes por si se te ocurre suicidarte tirándote desde el puente, seguro que no fallas. Te hundes fijo.
A ver, repasemos: Camisa, falda o pantalón... Bien. ¿Llevas falda corta? Ponte un par de medias y las que estén por fuera que sean más claras, y de rejilla. Ahora, mételes las tijeras. Pero por diferentes sitios, que si no, no queda bien. Ahí estamos.
- Elige bien tu calzado, y no, deja las deportivas, dáselas al perro, que se las coma. No volverás a calzarte unas. ¿Para qué coño las quieres? ¿El deporte? Por favor, no me hagas reír.
- No olvides tus guantes de rejilla.
- Cinturón, pulseras, anillos, ankhs, collares, pinchos, cadenas... ¿Todo en su sitio? Bien, sigamos.

Quinto: maquillaje.
- Date una base pálida. Ahí, que parezcas un muerto recién amortajado. No te pases mucho a ver si vas a empezar a descomponerte. Si no sabes cómo quedaría tu piel después de muerta, desentierra a alguien. No por nada te gustan tanto los cementerios, eres un pequeño necrófilo. Sí, tú, no te escondas, que sé que le robaste el anillo a mi abuela. Píntate a conciencia, sobre todo si el día anterior se te olvidó la protección solar y estás medio tono más moreno.
- Píntate unas ojeras bien oscuras. Que la gente vea que no has dormido. Primero porque has estado hasta las cuatro de la mañana bajándote ruidos y psicofonías con el eMule, y luego porque tu depresión no te ha dejado pegar ojo. También puedes decir que tienes un sexto sentido o que un cuervo ha estado diciéndote "Nunca más..." toda la noche observándote desde el marco de tu puerta.
- Pintarrajéate unos buenos rabos en los ojos, o hazte floripondios, telarañas o lo que quieras. O un look a lo Brandon Lee, que es muy in. Y si te metes el eyeliner en el ojo porque no tienes práctica (te jodes), siempre puedes alegar que lloras lágrimas negras como Mark Dacascos en su versión del Cuervo.
- Y por supuesto, tus labios y tus uñas de color negro-cojón-de-grillo.
- Mírate al espejo y ensaya tu cara de deprimido suicida. También tu mueca de locura con hilillo de baba incluída o tu mirada sobre el hombro de "Oh, eres un humano de a pie, yo un ángel caído, así que no entiendes mi sufrimiento. Lárgate".

Sexto: el pelo.
¿Qué haces con él? Si lo tienes rizado, alísatelo YA. No vas a ir pareciendo una bola de discoteca por la calle, ¿no?
Ahora que te has quitado esas greñas:
- Si eres chico y lo tienes corto, revuélvetelo como si hubieras metido los dedos en un enchufe. Para tener una imagen de referencia, mira cualquier foto de The Cure. Si, por el contrario, lo tienes largo, una trenza queda muy cool. Mucho mejor si consigues que no se salga ni un pelo y conservas su apariencia flexible y sedosa.
- Si eres chica, como mejor queda es suelto, pero también puedes hacerte un recogido a lo Amy Lee. Serás la comidilla oscura de la semana por esos pelos que te has puesto.

Séptimo: en marcha.
No olvides coger tu mochila en forma de ataúd, y sal a la calle.
- Si no llevas un paraguas oscuro para protegerte del sol, ponte unas gafas. Ya imaginas el color.
- Ponte los cascos a toda leche y con la música más bestia que encuentres.
- Y luego no te olvides de llevar bien a la vista de todos un libro de Edgar Allan Poe o Baudelaire, que era un poeta maldito.
- No se te ocurra mirar al frente. Mira al suelo. ¡AL SUELO TE HE DICHO! Ahora, arrodíllate y pídeme perdón por no hacerme caso, escoria neófita... Así, muy bien. Mientras camina pon cara de afligido o misterioso.

He aquí el nuevo número del Manual Posser made in Aryblack.

Mórbidos Saludos.