Mucho ha llovido desde, hace, irónicamente, un mes. Al menos estoy retomanto el blog.
Para empezar, ya no estoy en Córdoba. Las cosas son complicadas, estoy de bajona, echo mucho de menos a A. y tengo una buena dosis de nostalgia y angustia mezcladas. Y ansiedad. Mucha, mucha ansiedad. Tanto que he empezado a buscar remedios naturales porque en fin, no estoy muy bien.
Es lo que tiene estar en este momento de mi vida y al mismo tiempo una especie de vacío, de acantilado, porque estoy en mi último año y me voy a sacar la carrera en nada y aquí sigo, de exámenes. Y a cada examen que hago me queda menos para terminar... Y tengo tal ansiedad que en un par de días he engordado dos kilos, porque es terminar de comer y ya estoy con ese agujero en el estómago.
Es un poco el miedo al qué va a pasar, al tengo que sacar esto, el tener que seguir adelante aunque uno queda quedarse un poco estancado. Es irónico que después de años de ver cómo mis amigos se mueven y yo seguía inmóvil en un punto de mi vida, ahora es la mía la que va a mil por hora.
Me voy de España. El destino no está fijado, pero me voy. Necesito irme, no hay nada que me llame aquí. El hecho de irme también me da un poco de miedo. Mis años como extranjera en Irlanda están vistos desde el cristal de Soy Erasmus Y La Estancia Me La Paga Papá, ahora será diferente. Ahora es cuando he de hacerme valer, tirar adelante con lo que sea, y demostrar lo fuerte que soy.
Irme siempre fue mi sueño, desde pequeña. Irme fuera, crear una familia en algún lugar recóndito. Pero claro, según mis planes infantiles yo habría terminado la carrera a los 21 o 23 y a estas alturas de mi vida yo sería una exitosa mujer con una carrera bien pagada y una pareja estable desde hace tiempo... xD A mí es que siempre me ha gustado hacer planes mentales. Planes mentales que son castillos de naipes construidos en nubes, así os lo digo.
De momento hay una familia cerca de Londres que está interesada en mí, y un par de familias irlandesas, entre ellas una monoparental que la madre es policía y viven en el condado de Kildare, a 40km de Dublín. Cosa que me parece estupendo y que me dan muchas ganas de que se decida por mí y allí que me vaya en Septiembre.
Es ahora mismo lo único que me ilusiona. Y eso me da fuerzas para sonreír.
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