Sabéis, estaba deseando volver a Granada. Adoro esta puñetera ciudad. La mayor parte de mis amigos residen aquí. Las calles están llenas de recuerdos, de conversaciones y de risas. Sé dónde encontrar casi cualquier cosa, y me sé mover perfectamente por sus rincones. Llevaba mucho tiempo soñando con este pequeño paréntesis, con una vuelta a mi vida anterior, a la de hace dos cursos por estas fechas. El calor, los amigos, las tapas, las noches en vela mirando apuntes que no entiendes.
Ayer salí. Y conocí gente, y me lo pasé de putísima madre. Pero no paraba de mirar el móvil. Me faltaba la sonrisa de alguien entre todas esas caras nuevas.
Vuelvo a Córdoba el sábado por menos de veinticuatro horas. Y quisiera que el tiempo se parase.
Cambiando de tercio, voy a ver si sigo con los apuntes que mañana tengo Literatura Española VI y ya hasta el jueves nada. Los que andeis por aquí, echadme un toque, que quiero tomarme un cafelillo con vosotros.
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