Beatha: Petróleo

Dios, tengo muchos capítulos de Beatha sin subir por aquí xD. No le interesan ni a dios (excepto mi Tata, que los subo por ella xD), pero aquí los iré dejando :D

BEATHA: PETRÓLEO

Es una mañana de verano. Se oye el piar alborotado de los pájaros del parque de enfrente y el sol, brillando tímido, se cuela por las cortinas.

Están despiertos, aunque no han hablado aún. La comunicación, muda, fluye sin más necesidad que besos fugaces en el hombro y caricias en un brazo.

El pelo de Liam huele a menta. No recuerda otro olor. Sólo menta. Le asocia con ese aroma. Juraría que ha olido siempre a eso.

- Hueles a menta -casi suena a una pregunta. O a un pensamiento en voz alta.

- Como un caramelo para la tos -bromea. Su pelo destella por la luz. Parece un ser etéreo por la luminosidad de la habitación, el color de su piel y la blancura de las sábanas.

Pereza. Deberían levantarse. Pero es domingo y no tienen nada que hacer. Nada que limpiar, ninguna lavadora que poner, ningún plato por fregar. Y, sinceramente, a Sam no le apetece otra cosa que quedarse oliéndole el pelo, con su brazo alrededor de esa delgada cintura. Acariciándole distraído el estómago con la yema de los dedos, notando contraerse los músculos bajo la piel por el tacto. Del ombligo al pecho. Del pecho al ombligo. Y que pasen las horas.

Pero algo llama su atención.

- Hostia, Liam, mira lo que tienes aquí.

Y él gira la cabeza, mirándole con curiosidad. Preguntando con los ojos. Se ven casi dorados al darle el sol de cara.

- ¿Has visto el punto negro que tienes? ¿No te da repelús vértelo?

- Lo cierto es que no me veo la espalda muy a menudo. Por el tema de girar el cuello 180 grados. ¿Tú sí? -le responde, divertido.

- Espera, que te lo quito.

- Qué romántico -pero Sam clava las uñas de los pulgares un segundo después-. Auch. Auch. Ay. Ah, joder, deja de apretar, que me vas a sacar médula, tío.

- No seas mariquita -le espeta-. En realidad esperaba sacar petróleo.

- Ahí no, pero aquí... -y se gira un poco para mostrarle el dedo en la nariz.

- Sigue buscando, a ver si tienes suerte -le anima, mientras Liam suelta una risilla.